Amorito, a las escondidas
juguemos.
Cuento hasta diez, te escondes,
te busco y no te busco.
Tras la puerta, bajo la cama, junto al ropero,
en la penumbra de la noche.
Sin razón pregunto:
¿Estás ahí?
Murmullos celestiales se escuchan.
Sonriendo, con risa burlona
Ungida de segadora luz.
Radiante apareces,
despidiendo aroma de azahares.
Con ternura
¡En mis brazos te aprisiono!
bambam