Sentado en esta tan cómoda silla,
Entre tanta hermosura natural,
Escuchando música angelical,
Reflexionando en apartada villa
Veo como el viejo Cronos camina,
Y marchita cuanto pisa al pasar,
Se devora las flores sin piedad,
Acaba los bienes y hasta la vida;
Mata la luz, deja desolación,
Hasta el amor se bebe con placer;
Siento que marchita mi corazón
Siento, que con su paso, algo se fue:
Sé que volverá hasta éste, mi rincón:
Lo que hoy disfruto, no lo podré ver…