UN ESPÍRITU
Temprano huyo la luna sembrando lunares sombríos
unos negros y cobrizos por todo el espacio del amado limbo,
y sin farolas mas todo es opaco y ya no hay dulces suspiros
por sus infieles rayos que ya perdieron resplandor y brillo,
pero los ojos del alba y el lucero de la mañana o vespertino
han hecho dos magnos ríos y tres molinos helenísticos,
de vientos regios y una telaraña en las astas de dicho molino .
Ya cae el rocío de la maña desconocido mientras un espíritu
recorre el aire y investiga los espacios del amado limbo,
abriendo y cerrando loa viejos cerrojos que están escondidos
y al venir la noche con pies silentes es la noche de este espíritu,
que durme con los ojos abiertos este hueste que está tranquilo.