Debo acostumbrarme a la soledad,
eliminar de mi vida todo acompañante,
sacarte de todo pensamiento interno,
quitarte de mi cuerpo, de mi alma y mente.
Debo dejar de imaginarte aquí conmigo,
dejar de leerte y no encontrar más motivos
para pensarte, extrarñarte quererte
justo aquí, conmigo.
Debo acostumbrarme a la idea de que
por más que busque en mi vida
ya no hay para el amor salida,
debo acostumbrarme a tu partida.
Ahora te confieso que estoy en un dilema
no sé si debo acostumbrarme a tu ausencia
que me mata, me tira y me condena, o
desacostumbrarme a escrbirte poemas.