PALABRAS ME FALTAN
Nacer, conocerte y no amarte
Es como si no hubiera nacido.
Rosa, roja, que florece eternamente
Y embriaga y cautiva hasta al mismísimo Dios.
Cantarte como los ruiseñores,
Infinitamente,
Cual manjar encantado;
Suspirando cada minuto el latido de tu corazón
Anhelo, ahora y siempre.
El aroma del prado se intensifica contigo
Y ríos cristalinos recorren tus curvas sinuosas
En ocasiones que solo el amor es testigo,
Deslizándose suavemente
Por la superficie húmeda y olorosa de tu cuerpo.
Todo en ti es maravilloso
Perfecto cuerpo bendito.
Rosas que a la vida alegra, cuantiosamente,
Imponiendo tu belleza imperecedera
Nunca antes vista y sin igual:
Inefable, increíble y majestuosa;
Diosa de ojos pardos y cabellos oscuros,
Amor hecha carne y primavera eterna
Divinidad de mi pobre corazón.
Como vez
Palabras me faltan para describirte.
LMML