AMOR DEL ALBA
Sintió el alba extrañar al lucero que se despedía
y en gruesos lagrimones de luz
una a una las estrellas en la hierbas del cielo caían.
-Mañana he de volver- la conformaba el lucero.
Pero ya el día sus labios mordía,
yel sol bebía sus rojos y violetas poniendo brillos
en su dolor cuando ya no lo veía.
La tarde amparaba sus sueños.
Los astros formaron un coro de besos
que colgó en su cuello el mismo lucero
y la noche la animaba en sus rimas
porque el alba iluminaba con sus poesías.
Camina el alba de la mano del lucero
entre las constelaciones ebrias de dicha
y él sintiéndose poeta ante ella
con amor estos versos le decía:
“Toma mi mano, alba mía
y camina el juego de la vida
y la ruleta siempre tocará
nuestros números.
Alba mía, caminemos descalzos
por la senda del amor nuestro”