¿ Acaso no fuiste feliz
cuando conmigo estabas?
Desapareciste de mi vida,
sin una queja,
sin un dolor,
silenciosa,
como esta misma
noche invernal,
con el cielo
cubierto de estrellas,
y yo aquí,
desabrigado, tomando frío,
sin darme cuenta
de haberme colocado
una prenda de abrigo...
Contemplando
este maravilloso
cielo, buscándote
entre una de las bellas
estrellas,
que mis ojos
humedecidos
por las lágrimas,
contemplan...
¿Buscándote a ti?
¡Qué tonto
romántico soy!
¿Tratar de encontrarte
entre las estrellas...
sin poder hallarte
aquí, sobre la tierra,
a quién pedir
poder olvidarte?
Esta es una realidad
más, que mi alma acongojada
no acepta...por haberte amado
como te amé,
y sigo amándote, sabiendo
que lo nuestro
un gran amor fue,
y ya nunca más
hemos de vivirlo,
juntos, tú y yo.
Fuiste mi esperanza,
y mi alegría de vivir...
y hoy, ya nada me importa,
ni siquiera morir...
DERECHOS RESERVADOS DE AUTOR ( HUGO EMILIO OCANTO - 15/07/2014)