Si caminas sola,
derrumbando las caderas,
altivos movimientos que supuran,
tentaciones de tus piernas,
gritan a los ojos,
claman los sentidos,
un sin fin de pensamientos.
Suavidades,
aromas a perfumes raros que,
solo de tus poros pueden ser;
saludas con palabras tintas de un arrullo,
cargadas de un deseo
por tomarte de la mano.
Andas solitaria,
asesinando con miradas,
te rasgan el corazón,
abiertas las heridas que no cierran,
porque el alma quiere de tu pecho,
prisionera sentirse sin razón.
Paseas, vagas y me raptas,
amores secuestrados,
adosados al sabor de tus anhelos
que tan solo llevan ese nombre,
que se adueña de tu amor.