Teje que te teje... teje los sueños
con hilos plateados de ilusión...
que la luna ha prestado sus destellos
para pintar a un negro corazón.
Teje más de prisa... porque una estrella
ha querido oficiar de lentejuela
y decorar con luz un alma bella
que vaga por sombrías callejuelas.
Teje que te teje... ¡ya no hay más tiempo!
que el frío del invierno nos congela
y uno a uno voy contando los momentos
para que tanta ausencia no me duela.
Teje muy rapidito... que ésta historia
que se hilvana entre letras y entre versos,
no merece ir perdiendo la memoria
de aquel presentimiento de sus besos.
¿No será entonces que la fantasía
es quién pone las alas a los hechos?
¿la realidad igual viviría
si en nuestra mente no estuviera el sueño?
Teje con tus hilos de mil colores
un manto que cobije la tristeza,
que todos esos antiguos amores
dejaron de los pies a la cabeza.
Teje... mientras devanas el ovillo
y desenredas uno que otro nudo
yo preparo mis brazos como un nido
para contener su cuerpo desnudo.
Más ten cuidado... vida, con los puntos,
que ninguno esta vez te quede flojo...
que ya no tengo ganas de este asunto
¡de remendar tanto tejido roto!