SAVOIA Liliana

Sacrilegio

Sacrilegio

Un lirio ácido

brota en el jardín de la mugre

entre los plásticos y cartones que se acumulan.

Me avergüenza

reconocer la belleza en el abandono

golpeándome con sus delicados pétalos.

Aún así me interno

en el edén de desperdicios,

es más fuerte la tentación  que el agrio sabor de la miseria.

La brisa mece la flor que ácida se levanta.

A pocos metros,

los carros descargan la cosecha.

El barro carcome las pisadas

que van en busca huérfanas visiones.

Estirar los dedos se convierte en un sacrilegio

pero sin alternativa,

la mano se extiende y acaricia

el delicado rostro de la niñez

que todavía no comprende.