Te diré un secreto.
Un poco cohibido, se esconde detrás de mi lengua
se ruboriza por su corta y poca experiencia
se inquieta por sacarse el vinagre de la duda.
Nació, en el momento que te metiste en estos... mis ojos
despidiendo lágrimas agrias e insanas
parecía resucitar este moribundo corazón.
Mis heridas se cosen y aprenden a cicatrizar.
Este secreto se levanta como el sol de invierno;
tiene la esperanza chispeante de encontrarte, de verte pasar
pero se pierde con tu (siempre) inoportuna ausencia.
Cuando dejará de ser mudo
si tan solo su curiosidad y ansiedad pudieran
arrancar ese temor
ya estaría casi desnudo este secreto que tanto quiero decirte.
A veces toma valor de las miradas que das y las atrapa
se siente abrigado en tu ojos cual si fuera su hogar
pero se entorpece con los espejismos
que cree ver por debajo de tus hombros.
Te diré un secreto.
No es tan barato como los piropos que dan cuerda los tontos
pero es profundo y sincero
tan sincero cual palabra de un inocente reo.
Este secreto es manso como un lago
y puede ser libre contigo y sin tí.
Este secreto en cada línea deja ya de ser un misterio
entonces ¿me das un pequeño espacio en tu corazón?