evans

Al y Sa

 

La brisa era propicia…

 

Lágrimas cristalinas

Abandonaban tu rostro.

 

Sangre entre mis manos

Y tu boca.

 

Sangre entre tu alma y la mía.

 

¿Qué has hecho hermano?

¿Qué has hecho?

 

Todavía puedo escuchar

Las risas de nuestra niñez

Bajo el sol…

 

El frío cuarto nos cobijaba,

Y tú me amabas…

 

El silencio,

Tu cansada mirada,

Y tú me amabas…

 

¿Qué has hecho, tonto?

¿Qué has hecho?

 

Puedo en mi mente recordar

Cuando te herías y te sanaba.

 

Perdóname. Pero ahora no puedo.

Te has herido más de la cuenta

Hermano mío.

 

Nos has herido a los dos.

 

Nuestras manos juntas,

Tu sudor frío,

Y entre tanto,

Palabras libres de tus labios.

 

Tus ojos, hermano.

Era como si entrase en ellos

Para salvarte.

Como si buscase en ellos,

Tu alma condenada.

 

El eterno tiempo,

Dios miraba,

Y yo te amaba…

 

La lluvia que golpeaba

Las ventanas,

El centello del relámpago,

Y yo te amaba…

 

¿Que has hecho?

 

Y en suspiro, nos abandonabas.

En un lento suspiro…

 

Apagué la luz,

Mientras cerraba la puerta

De nuestra habitación.

 

Me recosté a tu lado,

Besé tus pies.

 

Y mirando la oscuridad

Lloré…