Entre montes y laderas
la tierra aún espera
árida y expectante a su cielo
entre cortado su anhelo.
Apiádate de mí, solicita
cuando una gota quedita
toca las piedras calientes
evaporándose instantáneamente.
La tierra se estremeció
al sentir aquel contacto
derrama a cuenta gota amor
las mieles de tu espacio.
Una a una van cayendo
las partículas se van hundiendo
sucumbe ante el suave contacto
que su cuerpo va sintiendo.
Las gotas se van uniendo
de mil formas caprichosas
recorren el ardiente suelo
sin pudor humedeciendo.
Ese olor tan seductor
que desprende la humedad
tan conocido aroma
te transporta a otra loma.
De repente cae la tormenta
sobre la tierra ya dispuesta
abriendo canales en ella
corriendo entre laderas.
Con cada rayo emitido
tiembla y se estremece
ante ti ha sucumbido
en derrumbe perece.
Después de tanta intensidad
llega la calma tan ansiada
respirando con tranquilidad
reflejando su mejor cara.
Sintiendo como bajan los ríos
abriéndose paso entre sus curvas
espera un nuevo amanecer
sonriente empieza a florecer.
¡No dejes que me seque vida mía!
derrama a cuenta gota mi cielo
cada atardecer mi suelo
que este verano candente
sube mi temperatura imprudente.