rodulfogonzalez

PROHIBICIONES

 

            Está prohibido, bien mío, que no nos amemos a la luz de la luna, en el cantarín río donde tantas veces, como vine al mundo, limpié la suciedad de mi cuerpo, lavé con sus aguas cristalinas y musicales los malos pensamientos aposentados en mi mente para convertirlos en puros y le conté en el silencio de mi imaginación mis proyectos inalcanzables.

            Está prohibido, bien mío, que yo no doblegue con mi ímpetu de marinero la distancia que separa tu orilla de la mía para recibir como recompensa a mi intrepidez el bálsamo de tus besos, las caricias únicas de tus manos palpando cada rincón de mi cuerpo y tus ojos mirándome extasiados con esa luz que transmite mensajes románticos que solamente yo entiendo.

            Está prohibido, bien mío, que tú no cruces las aguas del océano que separa nuestras orillas para disfrutar hasta el éxtasis, al menos, una noche de lujuria, que por esplendorosa y gratificante tú no olvidarías ni yo olvidaría.

            Está prohibido, bien mío, que en esta vida tus ojos no  recorran delicadamente mi cuerpo desnudo y pletórica de sensaciones eróticas te entregues al exquisito juego del amor hecho carne y lujuria.

            Está escrito en tu  libro, bien mío, y  en mi libro,  que en otra vida seremos primavera  perpetua en un lugar geográfico  único  y yo ocuparé tu cuerpo y tu ocuparás mi cuerpo y podremos gritar nuestro amor sin inhibiciones hipócritas.