Diaz Valero Alejandro José
Dística poética II
Un beso mañanero
es remedio casero.
No solo con brazos
se dan los abrazos.
En vago y su vagancia
no existe relevancia.
Tomar delantera
ayuda a cualquiera.
Con zapatos o descalzo
pueden darse buenos pasos.
No disminuye la hombría
por escribir poesías.
Cada calvo vive su calvario
extrañando su cabello a diario.
Esas noche serenas y frescas
hacen que la luna resplandezca.
No es ninguna penitencia
morir limpio de conciencia.
Cuando el sabio plantea y arguye
las ideas de su mente fluyen.
A quien tiene los pies maltrechos
se le hace más extenso el trecho.
Para arrugas y canas
lo mejor es la cama.
Es la mejor penitencia
asumir las consecuencias.
A veces prefiero
comenzar de cero.
Si se apaga la fogata
seguro el frío nos mata.
Del necio y del tonto
aléjate pronto.
Hay quien cosecha frutos
solo vistiendo luto.
Un regalo que dura...
¡Nuestra fiel sepultura!
Toda hora es propicia
para la codicia.
Arriesga más un trapecista
que doscientos malabaristas.
Muchos se consuelan
con dulces abuelas.
Hay buenos consejos
que nos llevan lejos.
Algunos dan de castigo
sabrosos panes de trigo.
Serpientes sin veneno
igual producen miedo.
los perros y los gatos
van en distintos sacos.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela