Palabras muy fuertes para un niño,
que cuando las escucho pronunciar
no solo me dan ganas de llorar
o sentir su abraso de sinceridad
si no también siento que lo defraudo
puesto que ese paso todos lo
tenemos que dar.
Dejar muy claro que nunca lo vamos
a abandonar estemos donde estemos
nuestro amor siempre lo tendrá.
Cuidarlo, verlo, protegerlo, orar por su
bienestar es lo único que nos queda
hasta ver ese día llegar, aquel donde
ajustaremos cuantas sin olvidar que
quien nos preguntara se sabe nuestra
vida detalle a detalle.
Solo pido a Dios que mientras viva
hermano nunca te falle.