Han secuestrado mi mente,
no piden rescate, no hace falta el dinero.
Secuestraron mi mente porque con ella soy yo mismo.
Soy una amenaza.
Soy todo mi tiempo.
Mi cuerpo inerte excento de las críticas,
obedece con sumisión irreductible las órdenes de mi captor.
El secuestro va en serio.
Trato de moverme y no puedo.
Soy masa inútil, escoria, batería social.
Mi lengua repite, bajo la ley democrática
de la libre expresión, lo que ellos quieren que diga.
Me han dado una pauta, soy completamente incapaz...
...incapaz de hablar por mi mismo;
de sostener un pensamiento crítico.
Devuélveme mi mente, mis ideas, mi identidad,
mi humanidad, mi sensatez, mis capacidades.
No quiero libre expresión, ¡Quiero LIBRE PENSAMIENTO.
El captor pone un tiro en mi sien.
La bala cruza la apartada masa consciente.