el verso era azul,
como sueño de piel tibia,
el canto de una alondra abrazaba la aurora,
su melodía era dorada como la arena de playa
la noche se acababa, cuando te tenía
el verso era diáfano,
como sincera promesa de amor,
había quedado la fragancia entre tus rosas,
no había amanecer que las dejara de mirar,
pero no pude guardar ese alegre cantar
el verso quedo en una página blanca escrito,
había tantas cosas que escribir,
de aquí al infinito,
pero la alondra fue rebelde y dejo de cantar,
cuando aquella mañana miro la calle vacía
el verso era azul pero llego la noche,
mi prenda querida… no salió la luna,
y en aquella oscuridad solo te sentí,
cuando caminábamos entre sombras
y así quedaron regadas en la playa,
anhelos que fueron promesas de amor,
y así quedaron mi vida, los últimos ecos,
de aquella melodía que no dejo de escuchar
el verso era azul y te quería como jamás
Ganado tengo el pan… Hágase el verso!!
Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero...
la tarde cayendo está,
En el corazón tenía la espina de una pasión;
logré arrancármela un día… ya no siento el corazón.
Mi cantar vuelve a plañir, aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir, en el corazón clavada.
A, Machado
Flabio Marti and bad co.
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