En complicidad con la noche
te invito a perfeccionar al amor
no hacerlo, pues el amor ya está hecho.
y con garbo y esmero
que sea la perfección divina.
Quiero que me poseas
con delicadeza y desenfreno
sin tapujos,
sin eufemismos,
sin rebozos.
Quiero sorber tu piel
amar cada milímetro de tu cuerpo
y en el éxtasis de la pasión
dar la última pincelada al amor
¡que ya está hecho!