Hoy mi muñeca bella te extrañe mucho,
no estaban esos pasos tuyos que de noche yo escucho,
no estaba esa mirada encantadora
que día a día me enamora,
no estaban esas manos frías,
que me regalan tiernas caricias,
más tampoco estaba esa sonrisa
que a lo lejos me hechiza
y mucho menos esos adornos hermosos
que se posan frente a mis ojos.
No estaban sus apasionados besos,
de los cuales quiero muchos de esos,
esos que hacen que mi alma se reviva
y que este frágil corazón se inspire y te escriba.
en fin mi muñeca consentida no se encontraba,
lo cual a mi corazón eso lo destrozaba.