Cuando dejas ir a una persona en realidad no te deja ni la dejas, simplemente le das y te das espacio para que entonces ocupe y ocupes totalmente tus y sus pensamientos al grado de llegar a la locura y sentir la necesidad de tener a la persona.
Cuando dejar ir a una persona ésta no te abandona ni la dejas sola, simplemente dejas que tus sentimientos la cobijen cuando esté lejos y eso mismo arropa tu sentir protegiéndola de la soledad y el frío de su ausencia, y esto llena completamente tu alma porque sabes que la locura es la manifestación del amor puro y sin explicación.
Cuando dejas ir a una persona tu misión es protegerla de ti mismo en tu corazón y mantenerla latente con tus pensamientos alimentándola día con día, para que cuando llegue el momento de su regreso la recibas diciendo: Me he vuelto loco por tu ausencia pero mis pensamientos y mi soledad me enseñaron a darme cuenta que lo que siento es puro y eso me ha mantenido a tu lado en todo momento, así que bienvenida, tu lugar sigue aquí.