Dime cómo no amarte.
¿De qué manera escondo el montón de emociones
que se desbordan y claman por tu inocencia,
por la manía tierna que llevas cuando caminas,
cuando sonríes, cuando te miro?
Si te alcanzaran mis brazos de la misma
manera que mi mirada te alcanza, y
sintiera entre mis manos la alegría
que mi pecho siente; en verdad que
el mundo se detendría, la existencia propia
se reduciría a ti, a estar contigo, a grabarte
en el recuerdo, a hacerte eterna con un beso.
Y es que mi vida clama por ti, porque
se marcha sin tenerte acompañandole,
diciendo con voz dulce las palabras que
el que ama dice.
Cosas de esas que conmueven y parecen
llegar al corazón, pero aterrizan en el alma
y se convierten en recuerdos. Recuerdos que
te llevan a los días de haber sido amado.
Quiero que escuches las palabras que te dejarán
el amor en el recuerdo, que me dejes quererte
ahora y mañana y las fechas consecuentes
hasta que llegue el momento en que recuerdes las cosas que
te dije y regreses a los días en que te hube amado.