Diaz Valero Alejandro José

Dística poética V



La tempestad iracunda 
el alma entera me inunda.
...
Dejemos que el ave cante
aunque parezca arrogante.
...
Entre olas y sal
se desliza el mar.
...
Ese beso de despedida
tiene sabor a bienvenida.
...
Un ave con alas quebradas
piensa en volar, como si nada.
...
Al tropezar con las piedras del camino
yo les hago entender que no las olvido.
...
Crisálida rota,
¡vuela mariposa!
...
Mi alma inquieta gravita
porque te necesita.
...
Como te endiosaste 
ya tú me olvidaste.
...
En calles de soledades sin tiempo
se escuchan los murmullos desde adentro.
...
Toda alma dadivosa
es misericordiosa.
...
En esas nostalgias de amores idos
subyace eternamente lo vivido.
...
Quemando cartas
la paz se alcanza.
...
En las gélidas noches lunadas
se entibian almas enamoradas.
...
Los trigales despeinados
lucen cabellos dorados.
...
Las rosas esgrimiendo sus espinas
se ven muy alegres y sonreídas.
...
Vuela el ave, llevando en sus alas
el pesado plomo de las balas.
...
Lumínica saeta,
es sin duda, un cometa.
...
Las mariposas dejan abandonadas
sus crisálidas todas deshilachadas.
...
Monarquías de dulzura sin igual…
las de las abejas en el panal.



Autor: Alejandro J. Díaz Valero 
Maracaibo, Venezuela