Esteban Mario Couceyro

¡por qué!

El cielo me grita nombres

 

como gotas de lluvia

 

solo los oigo, sin hallar sentido

 

ninguno, me es familiar

 

solo sé que no están.

 

 

Los tengo a todos en las manos

 

mas se escurren sin remedio

 

se me caen por la tierra

 

perdiéndose en su sed

 

desapareciendo, solo desapareciendo.

 

 

Busco, escarbo desesperado

 

en la tierra húmeda

 

y solo atino a gritar

 

¡ por qué!.