Tengo ansiedades por donde vengo
y es a ti a la que traigo
al sendero furtivo
donde el sol nunca se esconde
pues es allí donde lo pinto
y es a ti al que te aclama
Piso los tambores de guerra
y tenores peligrosos que sondan
tu albergadura, tu confianza
los pisos con gran fuerza
pues me gusta verte desnuda
y comprometida
Al acantilado he venido, poderoso
desafiando las tinieblas, el mal presagio
pero no he encontrado nada más
que muertos
y el pase al inframundo de tus caderas
He venido y he soñado
porque el buen hombre sueña y se fortalece
pero haz desaparecido entre los párpados
dejando el rastro de tus moliendas
dibujando el ras por donde pasas
llevándome a las tertulias de tus labios
Pero siniestra, siempre siniestra
acabo comprometido en este infierno
de ríos mortales, de pecados por placeres
mientras tú, allá arriba
observas como me consumen
tus ojos hambrientos.