Aquí estoy, sobre un filo que corta a muerte,
entre un adiós con un te amo, a punto de dejarte ir…
…y una pequeñísima luz de esperanza a lo largo de un túnel de espinas,
que no solo yo atravieso, sino también nuestra descendencia;
…desgarrador camino de tambaleos y tropiezos,
que marcan nuestras vidas, dejando secuelas siniestras.
.
…y sangran mis venas cuando me acerco y te alejas
…y llora mi alma cuando dices no amarme,
y en este daño sin piedad, caemos todos por faltar nuestro hogar.
Y sigo…buscando caminos para no herirnos,
pero mis propuestas no sirven cuando intento alentarte a que vuelvas,
mas solo quieres mi ausencia que nos matará lentamente,
agotando las ganas de vivir, lastimando la esperanza.
... y me iré, para que no veas mi sufrir que a ti tanto te enferma,
..es bueno saber que no sentirás lo que estando lejos yo sienta,
pudiendo dar vuelta la página, sin enfermarte ante mi presencia.
…y me iré lejos, buscando aquel sentido a la vida,
donde una vez mi familia de sangre, encontró una salida…
Y me tendré que ir sin ti, a buscar sanar mis heridas,
pero sabiéndome incompleto, porque a donde voy,
no te encontraré en ninguna parte.
…y quisiera que Dios me devolviera lo perdido antes de perderme,
porque en esta tormenta de frío y de nieve, se encuentra tu corazón,
que al contacto con mi destino, mata al mío con tu desamor.
¡Adiós amor mío!
...que tu frialdad te proteja de los días que te falte el verdadero amor,
aquel que con tanta dulzura, nació de mi, nació de ti…
para luego dejarlo partir…y quizás muy pronto...
muera sin esperanza.
Amilcar Cuenca.