296. pArAdÓjIcA eXiStEnCiA
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Se brinda sin condición, luego quitas protección.
Deleitas osado mirar, con majestuosos ropajes,
mas... aberrantes despojos, encalambran cansados ojos.
Asombra su abundancia, luego su escases confunde.
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Esto sí, es complicación:
en un instante hay amor y en el siguiente es enojo.
Sigo “pistiando” tus hechos y permaneces derecho
con la abundancia excesiva o cuando te meces sin techo.
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Qué paradoja vibrante:
un querer sin condición, se ofrece en posesión, mas... odiarte es, en el instante siguiente,
en frialdad tajante, la pasión arde flameante.
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En un extremo o en otro, en esencia el mismo es..
la admiración persiste en su condición no-humana.
Se percibe mutante perenne... al pasar de la vida en pleno
a casi quedar inerte y llegar al abismo de muerte,
para continuar en cambio severo… más vivo que escalofriante…
y por ser humana te envidio, ya que mutante no soy
para revertir el proceso, es eso lo que confieso...
porque en ti... la vida-muerte, es paradoja constante…
en asombrosa osadía renaces y en continua evolución feneces
ante mis ojos cansados y mi cuerpo casi encorvado.
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En tantos soles y lunas... no logro descifrar el misterio...
solo logro del asombro pasar al mismo misterio
que al envidiarte... acúnote distante.
De ropajes majestuosos, hay abundancia, escases...
Eres no-humano y mutante de la vida vas a la aparente muerte...
la paradoja es constante...
tu tronco erguido mantienes en lo uno o lo otro...
y la savia perenne te mantiene... hasta un día quedar yerto.
R.D.A Esther J. Londoño Arbeláez -esthelarez- de Colombia