Llegará el día en que tus rubios hilos de fuego se transformen en hilos de plata.
Llegará el día en que tu silueta y la mía sean desdibujadas de sus curvilíneas firmes y sean lentamente remplazadas por unas más redondas y menos firmes.
El día en que nuestros días de fuerza y actividad se vayan sustituyendo por la calma de contemplar un atardecer…
El día que eso suceda, amor mío, quiero estar allí a tu lado, como toda la vida, tú mi vida hermosa, mi compañera en este sueño llamado vida.