Raúl Daniel

¿Quienes son?

 

 

De repente llegaron a la esquina,

surgiendo casi como de la nada,

cual bandada de pájaros,

algunos vistiendo ropas decentes,

otros, casi andrajos.

 

Me preguntas vecina:

“¿Quiénes son éstos,

que arrastrando pesados baldes

instalan sus puestos

y, entre gritos u ofreciendo golosinas,

infaltablemente transitan las calles?”.

 

Tú los ves cuando el rojo del semáforo

detiene al conductor acelerado,

que debe aceptar o no

el ofrecimiento a un trabajo,

casi siempre innecesario.

-“¿Le limpio el parabrisas?... es un trato,

yo lo hago, pague o no,

¡diga usted cuánto...!”

-“¡Diario, diario, salió el diario!”

“caramelos...”, “chicle...” o “chipá[1]...”

“Señor: ¡Ejoguamìná[2]...!”

 

Tú bien sabes que esto no es normal,

que otro es el lugar,

que hay escuelas esperando

y columpios, toboganes, subibajas

vacíos en las plazas...

mientras ellos allí están:

por las calles... ¡trabajando!

 

Y recuerdas los discursos que dijeron

los que el voto te pidieron

y el sermón del sacerdote o el pastor:

¡tan severo!...

Palabras que llevó el viento,

mientras tanto el aliento,

en tu cuello se troca en sollozo

al ver ¡el vergonzoso

cuadro de los hijos de tu pueblo!

 

Tú que peinas canas y te indignas

y preguntas, te digo, vecina:

esos son los niños de la calle,

tus nietos y mis nietos,

¡umi mitâ’ikuéra ñande vállegua[3]!,

los hijos que los hombres olvidaron

de una patria que reclama la justicia,

... pero no oyen, degradados,

sumergidos, corrompidos, entregados

a los vicios y al peor de los pecados:

¡la avaricia!

 

No manitas levantadas en el aula

o enseñadas o cuidadas con buen trato,

sino abiertas a la ayuda o la limosna...

¡o apuradas al trabajo!

 

Y yo veo, ¡y yo veo:

todo un mundo de valores trastrocados,

donde todo se halla mercantilizado,

la conciencia y el honor cauterizados

y a los niños se los cambia por dinero!

 

 

 

 


[1] Panificado tradicional de almidón que se vende por las calles.

[2] Cómpreme, por favor (Guaraní).

[3] Los niños de nuestro pueblo (Guaraní).