Caminando entre los escombros de un amor, que ya no existe,
intentando recuperar algo que sirva, algo que valga la pena
rescatar, talvez haya algo no lo sé.
pero siento una gran pena al darme cuenta que el amor es un
sentimiento y como tal también tiene un carácter de fugacidad.
El amor se enfría, los sentimientos humanos estrellas fugaces
sujetos al asedio pertinaz del paso del tiempo.
Y la rutina enemigo a muerte del amor, congelando las emociones
y al igual que un vestido viejo se va desgastando, el tiempo va
enfriando los fuegos humanos y si no alimentamos ese fuego
se extingue y la plantita del amor entra en un estado de
hibernación, si este amor deja de ser movimiento deja de ser amor.
El que poco ama, pocas ganas tiene de manifestar detalles de afecto.
Los detalles por muy pequeños que sean, son los gestos más elocuentes
que las palabras. Son sorbos de alegría, porciones de aliento, instantes
de felicidad, es la dedicación a base de pequeños detalles diarios.
la profundidad del amor se mide por las pequeñas alegrías que se dan.