Génesis
I, II Y III
Todo era soledad, todo vacío,
Tinieblas absolutas, nada había,
Sombras impenetrables, todo frió,
Silencio sepulcral, nada se oía.
Caos total, pero en la mar un río
De vida potencial se estremecía
Y una enérgica fuerza en el vacío
Hacia el acto real se percibía.
Prebiótica la mar era hervidero
De lo ya preexistente y venidero
Pero en un maremagnum aun yaciente.
Y tras los seculares aguaceros
Retírase la bruma y brilla entero
El astro rey que hizo la luz naciente,
II
Y diluyendo sombras, nubes, frío
Y derramando luz, vida y calor,
Fue pintando de azul el cielo, el río
Y a cada ser le regalo un color.
Y la sombra se fue al otro hemisferio
Y nace el primer día bajo el sol,
Y en un ocaso sin quien pueda verlo
Muere en la primera noche que nació
Lo que en la noche eterna parecía
Un solo cuerpo de aguas infinito,
Cuando la noche muere y nace el día
Claro se ve que son cuerpos distintos.
Uno es la mar que todo lo cubría
Otro es el cielo, de luceros rico.
III
Bajo la mar, pangea se estremece,
Todo en ella ebulle y contorsiona,
Fuerzas centrípetas en su centro acrecen
Y hacia la faz oceánica se asoman
Surgen montañas sobre el mar que mece
Con fuerza inusitada su oleaje
Hacia los cuatro puntos cardinales
Y el mar se torna en criminal salvaje.
Y en primigenia orogénesis violenta
La montaña altanera al mar ahuyenta
Y nacen tierra firme y mar océano
Montaña, valle y llano se originan
Y de una flora multicolorida.
Se cubre el valle, la montaña, el llano
fernandoelgrande