Tiro piedras,
lanzo piedras,
rebotan al tocar
la superficie del agua.
Estallan en ondas pequeñas,
las ondas, se expanden un poco
y se extinguen.
Tiro piedras, guijarros,
piedras lajas pequeñas.
Rebotan en la cara del agua
-si es que el agua tiene cara-
surcan la superficie botando
y rebotando,
golpean la superficie
dos o tres veces
y se hunden al fin pesadamente.
Desaparecen para siempre
en la profundidad acuática
sin dejar recuerdo alguno.
Así son mis palabras.