Como no quererte,
si juntos despertamos
cada mañana;
una hoja en blanco
escribes y llenas
cada día
como un ángel tolerante,
en el libro
de mi existencia...
Como no quererte, si sos
mi coautora
incondicional y fervorosa
la que me ama
con defectos
y que trata de corregir
en forma sutil
mi ser imperfecto.
No puedo decir otra cosa
¡que todo sos para mí!
Si el cielo te puso
en mi camino
es porque ya estaba escrito,
no pienso luchar
contra mi destino...
Me dejaré llevar por vos
como a una hoja
que arrastra el viento,
un modo de decirte
que te pertenezco,
que me entrego íntegramente,
sin protestar
y en silencio...
Adolfo César (NAZARENO)