Pueden los montes bajar
A la tierra, desde el cielo,
Mientras logre acariciar
Aquel, tu querido suelo.
Puede el mar mostrar enojo,
Tornar a la era glacial,
Mientras tus ojos sin par
Iluminen mis antojos.
Dejar de alumbrar el sol,
El mundo quedar a obscuras,
Pero que yo al despertar,
Sepa te mantienes pura.
.
De noche quizás la luna
Pueda dejar de brillar,
Lo que no podrán lograr
Es, compararte a ninguna.
El azúcar devenir
En alcíbar su sabor,
Mientras te escuche decir,
¡Libérenme!, con honor.