Las horas se han atado
al fuego del amor. Lluvia de ágatas,
tormenta no ha creado.
La tibieza de un beso,
de anhelantes caricias, tejen círculo
sobre cuerpos ilesos.
Esclavitud sin dueño,
armonía cuerpo-emoción en bálsamo,
verdad que escondió un sueño.
La exaltación es ramo
en cercanía vestida de cómplice,
al sentirse \"un te amo\".
Junto al clamor del viento
resuena, y estremece, un eco acústico
de sensación sediento.
En la sombra amanece,
cautivan las miradas a otro génesis
que el amor embellece.