Fuiste hielo que ardió entre sombras,
la vida que se perdió en el silencio,
más allá del círculo infame
que vistió el alma del dolor.
Fuiste presa de la libertad,
ceniza del vestigio
donde el tiempo es siervo,
y la soledad es síntesis de la mirada.
Fuiste torre del verano,
la antigua verdad del beso
oculta en el suspiro
que solo producen las manos.
Fuiste las voces y el viento,
estatua de viejas batallas,
que anidaron momentos
descritos por la pluma.