Yo tuve un brazo fuerte y seguro Que fue transformándose en río . Unas manos, barandillas del paseo Que desearon ser como la brisa, Caricias de su pétalo rosado . .
Yo trabajé las fraguas del hierro, Pero desconocí el fuego. Mis arrugas fueron de sal , Ella me las hizo de seda. Mi carne, una rocalla muda, Su fe, un sentimiento vivo , El delta de sedimento único . .
Yo tuve un corazón fuerte y seguro, Hasta el primer latido distinto, El perfume ,de un viento extraño . Yo fui su amigo, Hasta el primer sueño perdido, Hasta el alba callada, Que quiso vivir de mi ventana. Yo fui solo amigo, Y ahora miedo, soy niño, Angustia de unos labios , De sabores desconocidos, Velero, de sus meandros desnudos Hermosos, Imaginarios.