décima meridiana.
Yo que del monasterio me alejé
tomé regalo de Francisco el bueno.
Contrario a sigilo pero dejé
él me guiara sobre pasión
y en vereda franciscana emigré
trocando por completo la razón.
Del mismo Jesús yo me sentí ajeno
quise quejarme, ¡no acepta ni un pero!
el fraile pobre cambió mi sendero
devolvióme a brazos del Nazareno
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano, OFS
“Hombre de Maíz, 2009”
Guatemala, C. A.