capazet

Costumbre

Mis ojos se acostumbraron a mirarte a diario

Mis mejillas se acostumbraron a sentir tus labios.

Mi mente se acostumbro a pensar en ti a cada momento.

Mis sueños se acostumbraron a tenerte presente cada noche.

Y sabes que es lo más tonto, que aunque mi corazón, alma, mente y cuerpo este acostumbrado a ti, tú no te das cuenta de mi amor.