Bramante, en un lazo misterioso,
vacío de promesas que subyugan,
matizado con voces que conjugan
el paso del viento pudoroso
y el eterno fulgor en pecho brioso;
sin calvario ni penas que madrugan
con llovizna de perlas que se enjugan,
ni día de tinieblas tembloroso.
Pasión en la sublime melodía,
en romance de brillo en la mirada
y en los labios de un beso que dormía.
Amor azul, en aguas de desierto,
ave en nido, sin magia de carnada,
bramante, en un lazo encubierto.