Reman mis labios
cortando en rodajas
el cielo...
Soy como un ave
del malagüero,
hastiado de rimas
que ya no contaminan
a nadie.
¡La poesía casi se ha extinguido!
Queda poca... Pero queda
recluida, protegida
en el rincón de los poetas,
sus únicos lectores...
El arte se va lejos,
como se marcha el hombre
de la naturaleza...
Todos pasan,
el artista se queda,
no necesita
más que su angustia,
se bautiza en ella,
bebe de su cáliz
y se confirma en la soledad.
Cae en la locura
y la locura no tiene fondo
rebota con la angustia
hacia la soledad... absoluta.
Héroe sin hazañas
más que seguir con sus trazos
la prosesión de todos...
Reman mis manos
por la cáscara seca
de las campanas
que suenan cada vez menos...