ELLA ESPERA
Con ojos perdidos en la sed
desnuda, silenciosa se ve
donde se pierde pensando
en las noches de ensueño.
Mientras piensa sonríe
mirando el destello de seda
y su boca suspira bajo sus orillas
para beber esa efusión infinita
de los mares tropicales
con sus fragatas blancas
y redondas y con sus bucles
arbolados y tempestuosos.
Ella espera tan ansiosa
por aquel rayo luminoso
que se oculte dentro de la dársena
de la maga boca que tiene
de esmeraldas y diamantes
que la lleven a los vespertinos
sagrarios de los aires celestiales.
Pero la luna está aquí quieta
y me mira celosamente por ella
y quiere que la lleve a mis veredas
y a las alamedas de mis palmerales
y abra yo las puertas de su cabaña
para fenecer bajo el turbión
de esas, sus amadas aguas.