Hugo Emilio Ocanto

Conversando con uno mismo - Autor: Nicolás Ferreira Lamaita - Interpreta: Hugo Emilio Ocanto

-Hola, cómo está, ¿solo?, yo también estoy solo,

no quiero que se moleste, ¡por favor!

ni me tome por un atrevido, pero...

que tal si charlamos un poco,

si es que no le importa, por supuesto.

-Vio, cada persona es un mundo

y conocerse mutuamente

aunque más no sea en aspectos mínimos

eso nos enriquece y nos hace mejores personas.

--¿No le parece?.

--Y, si...

--Habiendo tantos mundos por conocer,

¿por qué quedarse siempre sentado

en nuestro propio mundo mirando por T.V.

cómo son los otros mundos?.

Por eso es bueno charlar, tan solo un momento.

--¡Ës que no nos conocemos!.

-- Qué importancia tiene,

usted es usted y yo soy yo,

hagamos de cuenta, que nos conocemos,

seremos dos amigos o simplemente conocidos.

--Solo es un encuentro casual, lo comprendo,

tal vez tenga algo que decir o no tenga nada,

charlemos del tiempo del frío que hace.

--Claro, es invierno, pasa poca gente no.

--Total, ¿qué es charlar? conversar, platicar, revelar,

decir lo que se debe callar.

Hablar mucho, sin sustancia o fuera de propósito,

según la Real Academia Española, claro.

--Sabe..., según he leído,

hablar es bueno para la salud,

es bueno poner los sentimientos en palabras

ya que todo esto ayuda a que la tristeza

y la rabia, sean menos intensas.

--Yo, muchas veces hablo solo.

--Casi todo el mundo piensa que hablar a solas

es cosa de locos.

--También yo lo hago.

-- Cuando lo hacemos, nos aseguramos bien

de que nadie nos esté escuchando, ¿cierto?.

--Por supuesto.

--Sin embargo, parece que esta costumbre

estimula el cerebro y ayuda a concentrarse

mejor en la tarea a problemas a resolver.

--Claro.

--El lenguaje es más que un mero

utensilio para comunicarse con otros.

--¿Pero para qué otra cosa podría servir?

--Las palabras que dices, piensas o escuchas

tienen un impacto sumamente real

sobre tu modo de ver las cosas.

-- Según con quien converse, con jóvenes o gente mayor.

--La gente joven, no tiene paciencia con los mayores,

para ellos, los mayores son los que atascan

la cola para subir al ómnibus o los que no encuentran

las monedas correctas en la cola del súper mercado

y hablan en frases que no pueden terminar.

--Ve, en eso tiene razón, cuando estoy en una reunión,

y hay muchos jóvenes, me cuesta meter un bocadillo,

como que estoy fuera de época.

--Antes a las personas mayores se les prestaba

atención a lo que decían.

--¡Hoy en día la velocidad es muy importante !,

todo el mundo vive  apurado, sin tiempo.

--¡La gente mayor es bastante lenta!

--Somos.

--Las personas entre 35 y 50 años trabajan tanto

para parecer joven que no quiere que nadie

les recuerde como es ser mayor.

--Es cierto.

--¡ Los humanos somos muy raros,

no sabemos convivir!,

tendríamos que aprender de la naturaleza,

los animales, o sea nuestros hermanos menores

las plantas, los insectos nos enseñan,

pues son más sabios que nosotros.

--En eso estamos de acuerdo, mire las abejas,

ellas viven en comunidades de 30 mil a 70 mil

por colmena y viven en armonía.

--Bueno, usted a tocado un tema interesante,

estuve leyendo que las abejas están desapareciendo.

--Y cómo es eso.

--Parece ser que están padeciendo de un síndrome

que se llama \"colapso de las colmenas\", y se propaga

irremediablemente por el mundo, amenazando a las abejas

y junto con ellas al 75% de las plantas que conocemos

que, sin estos agentes polinizadores, pueden morir

antes de reproducirse. Un panorama desolador.

--¿Y a qué se debe?

--Se culpa a los nuevos pesticidas basados en la nicotina,

a mutantes de alguno de los 24 virus, hongos y bacterias

que atacan a las abejas, al uso masivo de antibióticos,

a los transgénicos, a las ondas Wi-fi y celulares,

a las manchas solares, pero nadie tiene una respuesta,

las colmenas se despueblan en todo tipo de lugares

y momentos y quedan vacías como pequeños pueblos

fantasmas.

--Según dijo Einstein \" Si la abeja llegara a desaparecer,

 el hombre desaparecería en pocos años\",

sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales,

ni hombres.

--Bueno mi amigo, me tengo que ir, ha sido un gusto

charlar con usted, mi nombre es Nicolás, ¿y el suyo?

 --Nicolás.

--Un placer Nicolás.

--Del mismo modo Nicolás, hasta pronto.

--Hasta  pronto.

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Conversar con uno mismo tiene muchas ventajas,

según el psiquiatra Luis Rojas Marcos.

Es un desahogo y rebaja la tensión emocional.

Poner palabras a los sentimientos,

con o sin público, ayuda a sacarlos de la cabeza.


Nicolás Ferreira Lamaita.