\"No me debo quejar\",
inútilmente, repito.
Trato de pensar
en sueños por venir,
pasados felices y lindos.
Asumo con humildad
la gracia de ser soldado.
La subordinación al poder
que enderezó mis pies
para llevarme a ningún lado.
Las espinas sin sacar
se han hecho mis amigas.
No habría mar sin tormenta,
ni perro sin pulgas,
ni prado sin hormigas.