había hecho todo cual ella quería, pero esa noche, diferente a tantas, camino despacio y algo erguida, su piel morena se extendió por el lugar escondiéndose con la oscuridad, y aun incógnito al borde de mi cama, contemple lo hermoso de su aspecto, y la realidad de un sueño que fluía al través de cada región de mi cuerpo, había estado allí antes, en las miles de noches que lo soñé, su labios se arquearon a media que se acercaba, sus ojos incandescentes, trémulos y palpitantes rompían cada argumento que la vida me dio para no estar allí. Por que ella, quizás para el mundo la mujer no mas hermosa era el encanto de mi vida, tal vez no era de figura perfecta, ni de una familia discreta, pero era ella y eso era lo que importaba, la mujer que así misma se amaba. Había llegado el momento era la hora y el lugar , no podía huir ni tampoco quería hacerlo, la mire como siempre con ese brillo de amor en mis ojos y ante la luz tenue de algunas velas, bajo en roció inhóspito de una noche fría, y sin ser perfecto nuestros cuerpos ni teniendo prejuicios de la vida le dije:- te quiero para toda la vida, te amo para la eternidad, te respeto como lo mas real, y deseo cuidar de ti aun cuando todo lo que existe ya no exista, aun cuando el viento ya no sople ni los cielos brillen, aun cuando tu cuerpo no respire ni aire oscile de tu ser, cuando estemos en la cima sobre el mundo te pondré y en la pobreza, de cada parte de mi ser, te daré, seras la unión perfecta que bendecirá mi Dios, y el tiempo sin limites del amor, rodeare tu cuerpo en cada noche de tu existir para conquistar tu amor, saciare tu instinto y deseo de tu naturalidad, seré el mar en el que navegara tu corazón y la noción perdida de tu razón sentida...