En las cascadas de tus ojos
llueve el mana del afligido.
En el océano de tus labios
brilla un barco de suspiros.
En el mar de tus cabellos
nada un bote llamado paz.
En tu torbellino de oídos
suena la vida pura celestial.
En tus manos, los caminos,
que te amo cada vez mas.