El amor toma la forma del viento
que me trae el roce de tu aliento,
espiralando mis deseos.
Después toma forma de relámpago
y la luz de tu mirada
abraza mi caminar descalzo.
Entonces toma forma de sol
y me enrosca el tibio rayo de tu voz.
Luego toma forma de lluvia
y mis aromas desentierra
desnudando para ti mi magia
que el rocío de mi cuerpo muestra.
Con desenfreno toma la forma del mar
y me inunda dejando tu dulzor en mi sal.
Finalmente toma la mansedumbre de una estrella
y es tu calma la que en mí se refleja,
porque las formas de tu amor
van dejando encrespadas huellas
en la piel jugosa de mi ardida selva.