luis enrrique izquierdo aparicio

Hombre desauciado

 

Llorando, de pena le vi llorando,

traía en la mano, una copa de trago,

quise abrazarlo y consolarlo,

pero me quede de brazos cruzados.

Lágrimas, gritaban su tristeza;

la pena, de su gran ausencia;

de un amor, que un día se marchó;

tan lejos, dejando atrás un dolor.

Te amo, le decía te amo,

su mirada expresaba el llanto,

de un corazón desarmado,

sin escudo, partido en pedazos.

Un suspiro sin latido,

un corazón mal herido,

de un amor desagradecido,

que hoy manda todo al olvido.

Cabizbajo, el orgullo votado,

por suelos su hombría estropeado,

resignado a vivir llorando,

solo queda un aliado, el trago.