En mi mundo de planetas, está el de los vanidosos,
Esos que suelen pedir reportajes muy pomposos,
Se imaginan, sus acciones entre grandes proyectores,
Grandes escenografías y muchos villamelones;
Vienen luego los borrachos, los adictos a una droga,
Aquellos viejos lotófagos que hasta su patria abandonan,
Viven su mundo de sueños, telaraña de pasiones
Que atrapa mucho talento, prematuro fin los borra;
Son los hombres de negocios los del planeta tercero,
Siempre vendiendo y comprando con espíritu usurero,
Gastar lo menos posible para aumentar las ganancias,
Obtener grandes tesoros con truculentas audacias;
Siguen los emperadores, los que gustan de mandar,
Siempre con tono severo, nunca buscan amistad
Sino dócil obediencia y ese poder celestial
De ordenar a las mareas que no pueden controlar;
Viene el de aquellos geógrafos, pacientes historiadores,
Gente que todo investiga y fanáticos lectores,
Siempre que hablan te dan citas, muchos datos, pormenores,
Y se pierden entre cifras, entre fechas y lecciones;
El de tantos faroleros, es el planeta más gris,
Se levantan, van y checan porque deben de cumplir,
Tienen prohibido pensar: vida es rutina sin fin,
Sólo los mueve el deber, sólo los salva el morir;
El planeta de los niños, es omega de mi lista,
Es el planeta del juego, creatividad y risas,
El planeta del amor, del llanto y de las caricias,
Del vivir cada momento con color y fantasía;
Pero todos caminamos por los diversos planetas,
Todos reímos, lloramos, somos inciertas veletas;
No tenemos rumbo fijo, somos veredas inciertas
Que van pintando su mundo con experiencias diversas…