Antes de que olvide contarte los secretos de aquél árbol verde manzana y caíga rendida al borde de tu cama y más aún, que olvide decirte cuanto es que el sabor de tus letras llenan mi ser emancipando todo aquel sentido de infierno en mi alma.
Antes de que olvide tocar tu piel como se toca el alma dentro de tu pecho erguido y de tus besos miel. Antes de que sueltes mi mano déjame besarte una eternidad más, mientras nos llenamos del placer mismo de amarnos, déjame decirte que la tibieza de tu cuerpo es el único paraíso que quiero vivir.
Antes de que olvide decirte cuanto es que me haces sentir, antes de terminar dame tu cuerpo, tu vida, tu amor que me es indispensable, porque eres tú la única persona que me puede hacer reír y llorar con tan solo palpar el tenue cavilar de mí mente, porque eres aquella persona en donde la palabra es el arte de herir o gozar.